Un Atleti con dos versiones y la misma competitividad

Gran puñetazo en la mesa el que infligió el Atlético de Madrid en el Pizjuán. Se requería realizar un partido completísimo para ganar a un Sevilla de Champions y los rojiblancos lo consumaron en sus dos versiones. En la primera versión quizás lo más llamativo fue la de un equipo presionando en campo contrario con su reconocible 4-4-2, pero que sorprendió al equipo hispalense. El Cholo, acertadamente, adelantó la línea de presión obligando a Llorente e Iborra a estar a 35 metros de Oblak. Ahí, las torres hispalense quedaron desactivadas, ante la excelente presión de Griezmann y Torres los pelotazos eran lejanos e incómodos desactivando rechaces o prolongaciones. La segunda versión coincidió con el segundo tiempo y fue la de un Atlético más reconocible con un repliegue intenso. El cuarteto del hormigón saco a relucir su experiencia. Tiago, Gabi, Giménez y, sobre todo, el insustituible Godín cerraban cualquier opción y el equipo con el 4-3-3 buscaba la contra con un Carrasco que se mueve mejor que Correa en campo a través y Jackson aprovechándose del terrible desgaste de Griezmann y Torres. En las dos versiones estaba Oblak, un portero de equipo grande, pocas intervenciones, pero todas decisivos, un portero que te da puntos. Es un equipo el rojiblanco más rico en recursos que en otros años pero que lo tiene que demostrar partido a partido. Los jugadores deben asimilar el lema del Cholo (Mandzukic no lo digirió: “Los minutos son de calidad en vez de cantidad”. Ese es uno de los grandes secretos de la filosofía cholista).

El día de mañana cuando se hable de la época cholista se destacarán a los jugadores más que por sus acciones y goles por asimilar el método Cholortega. Griezmann es un ejemplo que está adquiriendo Óliver y Vietto, Jackson y Carrasco deben de ser los siguientes. El talento al servicio del equipo. Óliver se fue con acné a Portugal y ha vuelto ya con barba cerrada. Una demostración de estar cumpliendo con los requisitos es su titularidad ante un rival de 620 kg. Giménez lo alentó en un corte a Tremoulinas, involucrado y concentrado en labores defensivas y el veinteañero llega a casa con las rodillas desolladas. Buenas noticias para la afición rojiblanca. Su equipo tiene más variantes ofensivas, la esencia de la competitividad sigue impoluta y Óliver, el mayor talento del Cerro, va asimilando el método Cholortega.

P.D. Raúl García se merece más que una simple postdata. Por eso la utilizo para invitar a la parroquia rojiblanca que le haga el merecido homenaje que se merece uno de los nuestros cuando venga con su nuevo equipo. Su actitud, su entrega y su profesionalidad así lo merecen.