Hollar cimas, culminar retos, tener sueños, compartir aventuras…eso qué puede ser más que otra cosa que sentirse vivo o querer vivir.

Todos estos días he podido compartir una aventura increíble con los compañeros, el reto Chagas.

De la idea de mi amigo Leandro surgió la posibilidad de hacer una travesía en bicicleta donde compartir un reto solidario para dar a conocer a todo el mundo la enfermedad de Chagas.

Entre todos, los 9 miembros del equipo y la gente a través de las redes hemos sido partícipes de este reto.

Gente que nos ha ayudado de forma activa, y en definitiva de eso se trata, de participar todos en el mismo reto, da igual el deporte que sea, lo importante es tener ganas de hacerlo y seguir teniendo esas oportunidades en las que sentirse vivo y vivir diferentes retos.

En este caso ha sido la bicicleta, 700 kilómetros, un deporte nuevo para mí, en el cual he tenido que superarme y esforzarme para llegar a conseguirlo.

5 días intensos, duros, pero realmente inolvidables, no sólo por la bicicleta, la cantidad de kilómetros o por finalizarlo, sino sobretodo por haberlo compartido con todos vosotros. Por el apoyo que hemos recibido, ver cómo se ha volcado la gente, el apoyo recibido también en los pueblos que hemos estado de paso: Almazán, Ejea de los Caballeros, Sabiñánigo y Argelés Gazost.

Ha sido fundamental la gente que ha querido unirse al reto a través de sus pedaladas, acompañando los kilómetros, participando desde casa…por eso la experiencia ha sido increíble y totalmente satisfactoria.

Hemos conseguido el donativo que el Grupo Chemo hará de 70.000€ para luchar contra el Chagas. Creo que a partir de ahora mucha más gente conocerá esta enfermedad parasitaria y eso habrá sido gracias a todo esto.

Esos últimos kilómetros vividos coronando el Tourmalet, han sido algo realmente tan increíble que lo recordaré para siempre.

Al final la vida tiene estas cosas, te sigue regalando momentos. Esos momentos están para todo el mundo, yo creo que solo hay que querer dar un paso al frente, hay que querer hacer nuevas cosas, y si podemos ayudar un poquito a las personas que lo puedan necesitar pues ya mejor que mejor.

Ya estamos ideando la posibilidad de realizar nuevos retos que seguramente vendrán, pero de momento nos quedamos con estos 700 kilómetro vividos desde que salimos de Madrid el día 27 hasta lo más alto del Tourmalet, y nos sentimos realmente bien por haberlo conseguido.

Gracias a todo el mundo que ha puesto su granito de arena para ayudar a estas enfermedades desatendidas que están ahí y que hay mucha gente que las sufre y las padece. Para todos vosotros va este reto.

Gracias a todos los que hayáis hecho posible que este reto haya podido salir adelante. Y Leandro, Oliver, Juancho, Juan, Fermín, Abel, Fer, Gastón, Lucas y Gus, gracias por este bonito regalo.

Nos vemos en la próxima.