Una hora menos... en Manchester

Los canarios estamos acostumbrados a las confusiones de la hora menos, de modo que supongo que esto no cogería desprevenidos ni a la Unión Deportiva ni al Tenerife. Pero ha tomado desprevenido al equipo más experimentado en la historia española del fichaje, el Real Madrid. El club blanco no sólo está experimentado, sino que no tiene en su larga aventura con la administración del fútbol (desde la época gloriosa de don Raimundo Saporta) una exquisita experiencia profesional al respecto. El Barça (ya se ve en los tribunales) pena por haberlo hecho tan pésimamente mal que lo ha hecho horrible hasta con el fichaje de los niños. Lo hizo ya mal en la época de Di Stéfano, y luego lo trató de enmendar, pero en los últimos tiempos sólo la casualidad lo ha salvado: no se le ocurre si no al que asó la manteca fichar a futbolistas que luego no han de jugar (como Vermaelen), lo que pasa es que luego el azar les pone en las botas, casi en su debut, un año más tarde, un gol perfecto y ya es como si se hubiera borrado todo. Pero sí: en esta liga absurda de los fichajes el Barça lo ha hecho menos que regular y el Madrid ha sido siempre como una maquinaria perfecta. Hasta ahora. Y el asunto ha sido la hora.

Como isleño que soy (e incluso como habitante de las islas británicas que fui) sé que el horario que nos diferencia con relación a Madrid lleva a confusiones que no son privativas de los isleños sino que nos confunden a los estamos a un lado y al otro del huso que nos corresponde a peninsulares y a insulares. A los insulares nos llaman los de Madrid a la hora del almuerzo pensando que ya estamos haciendo la siesta, y a los madrileños (o catalanes, o gallegos, o andaluces, etcétera) los llamamos desde Canarias (o desde Manchester) cuando unos y otros están almorzando. Ay, por favor, perdona, me equivoqué con la hora. A muchos les parece un exotismo eso de que unos y otros confundan los respectivos horarios, porque aunque nosotros llevemos a gala en las islas esta diferencia privativa también pensamos que ya podrían los otros equipararse con el tiempo que vivimos. Cosas del ego insular, cosas de la arrogancia peninsular.

Y lo que pasó con la directiva de Florentino y el horario del fichaje de De Gea podría haber ido por ahí, aunque nadie ha aludido a ello, quizá por pudor. Fue tan extravagante lo que explicó el Real Madrid recientemente, por boca de su máxima autoridad, que lo di por bueno, porque en el mundo del fútbol casi todo es extravagante. Pero no me hubiera parecido menos extravagante (y no entiendo cómo el Madrid no ha caído en ello, total, qué perdía) explicar que el Manchester creyó que aquí eran las once, como allí. Hubieran aprovechado, además, para recordar que esa es la hora de Canarias, que siempre nos gusta que nos citen en la historia mundial de las extravagancias.