A repasar, analizar y mejorar

Conclusiones desde la derrota. Ahora no toca sacar la vena hater. Bombardear con críticas o desconfianzas es propio de irreflexivos. En muchas ocasiones esta Selección ha dejado en fuera de juego a pesimistas de aperitivo, ha masificado el barco de los precipitados. Con Scariolo al mando se ganaron dos Europeos y en uno de ellos se empezó perdiendo. No es más (ni menos) que una derrota en el primer partido, contra el subcampeón del mundo, contra uno de los favoritos. Lo que sí toca es repasar, analizar y mejorar. Concluir que para superar a los mejores España necesita mantener una tensión y eficacia defensiva notable todo el partido. No puede permitirse lapsus o distensiones atrás cuando las preocupaciones aumentan en ataque, como ocurrió ante Serbia. Otra enseñanza tiene que ver con la base anotadora de los cinco principales en la faceta ofensiva. España necesita a este respecto una nota de 3,5 o 4 sobre 5. No soportará que del grupo que forman Sergio, Llull, Rudy, Mirotic y Gasol fallen dos o más. Contra Serbia los cuatro primeros acumularon un ¡20%! de acierto en tiros de campo, gastando más de un 53% de los tiros totales del equipo.

La defensa de los de dentro cuando están fuera. La configuración del juego interior español produce algún que otro déficit defensivo. Pasa en las mejores familias. A los grandes de España no les resulta fácil ayudar con intimidación, rebotear en defensa y defender el bloqueo y continuación exterior, con o sin cambio defensivo. Bjelica castigó al equipo de Scariolo sin remisión, metiendo triples, generando juego, llegando hasta el aro. Y cuando formó junto a Erceg, otro cuatro, el problema se multiplicó. Parece que la batalla reboteadora va a ser un dolor habitual de cabeza, pero mirando el horizonte de ala-pívots abiertos con los que España se va a enfrentar, urge tomar soluciones. A buen seguro se van a revisar combinaciones, se replanteará con nuevo reparto de minutos de los grandes y quizás se prueben nuevas opciones con Claver, Aguilar o Hernangómez.

No hay enemigo pequeño. Del resto de la jornada llama la atención que no hay vida sencilla para casi nadie y cualquiera con flotador de pato se va para lo hondo. Sin sonar a escándalo, Rusia y Georgia empezaron perdiendo y Francia y Lituania sufrieron.