Francia es un equipo vencible

¿Cómo está Francia? Hay muchos aficionados españoles que ya están haciendo cuentas sobre qué posición es la mejor para España en el grupo B a la hora de afrontar los cruces. Son cuentas casi todas sobre la base de que Francia, jugando en casa, sería hipotéticamente un rival más peligroso en un cruce que otros como Serbia o Grecia. Francia necesitó una prórroga en el primer partido del campeonato contra Finlandia y anoche solo resolvió su partido contra Polonia en los últimos segundos, con el último fallo de Gortat. El galo es un equipo con grandes jugadores que juegan un baloncesto control orientado a frustrar al rival, a forzar su error o a esperarlo. En ataque rigen bajo una gran disciplina de marear la perdiz, de propiciar “el corro de la patata” de Parker y confiarse en los segundos finales de posesión a la capacidad de pase de casi todos sus jugadores importantes. Pero si España, Grecia, Serbia o Croacia juegan un final de partido contra Francia con guantes y con pinzas, es un equipo vencible.

Diferencias, referentes. La referencia del diferente. La diferencia del referente. En el desenlace del trascendental partido entre Rusia y Finlandia salió a flote el carácter determinante de tener un jugador para resolver con el balón caliente en las manos. Rusia, con las bajas de Shved, Kaun, Mozgov, etc… ha construido un equipo sacrificado de soldados cuya voluntad suele ir por delante de su destreza. Llegados al momento culminante no había seguridad en una referencia o Zubkov, Khvostov y Fridzon pusieron de relieve su falta de hábito con este rol. El caso es que en el equipo de enfrente, en Finlandia, sí había un líder, un capitán, un referente. Y la duda nunca se albergó. Koponen falló hasta cuatro tiros en el último minuto y medio de partido antes de meter la canasta decisiva, la más importante, a falta de 3.5 segundos.

Qué lástima. De los nueve mejores anotadores del Eurobasket seis juegan o han jugado en la NBA. Curiosamente, de esa misma lista de nueve, seis han jugado o juegan en la Liga Endesa. De los diez mejores asistentes, la mitad ha pasado por la nómina ACB y solo uno por la NBA. Qué lástima que la Liga Endesa desperdicie tantos logros con tantos problemas, unos llovidos, otros paridos desde sus propias entrañas.