Gol de Mata en el 8’ y el partido se fue a negro. España completó una sosería de visita a Macedonia, sin la alegría del choque con Eslovaquia. Buen control, buen toque, coordinación notable en la medular, pero nada de velocidad, de acciones sorpresas, de entradas eléctricas por la banda. ¡Ay cuánto se echó de menos a Pedro y Jordi Alba por ese carril izquierdo!

Silva, Isco y Cazorla mandaron sobre el balón, obviamente, con el apoyo de Cazorla. Crearon un centrocampismo pesado, plomizo, buscando siempre a un Diego Costa que no encuentra su sitio en esta Selección. Las jugadas apenas tuvieron final feliz, aunque el balón se moviera con buenas intenciones.

Macedonia intentó cortar ese juego con bastante dureza (29 faltas) y un empeño posicional interesante. Hizo cuanto pudo, pero con su mínima calidad apenas llegó a la portería de David de Gea. La Roja dejó mucho que desear esta vez.