La doble apoteosis segoviana de Perico

La Vuelta a España nunca ha acabado en Riaza, pero sí ha visitado mucho la provincia de Segovia. Muy populares fueron las llegadas a las Destilerías Dyc, en Palazuelos de Eresma, que acogieron 16 metas entre 1982 y 1996. En esa época, la producción de este whisky pasó de un millón de litros al año a veinte millones. Una parte de culpa la tuvo su promoción a través del ciclismo. Y también un hombre de la tierra, Pedro Delgado, que protagonizó allí dos importantes episodios de su carrera.

El primero es su apoteósico triunfo en la Vuelta de 1985. Perico comenzó la etapa a 6:13 minutos de Robert Millar y la acabó líder con 36 segundos. Mientras el escocés marcaba a Pacho Rodríguez y Peio Ruiz Cabestany, a los que incluso felicitó con honores de campeón en el Alto de los Leones por su deportiva oposición, Delgado abría brecha en colaboración con Pepe Recio, que ganó la etapa. Cuando Millar y su director, Roland Berland, se dieron cuenta de lo que sucedía por delante, ya era demasiado tarde.

La afición volvió a enloquecer con Perico en la crono Segovia-Dyc de 1994, donde Delgado salvó la tercera plaza del podio en la temporada de su adiós. Toni Rominger ganó la etapa y su tercera Vuelta. El prometedor Mikel Zarrabeitia se consolidó segundo en el día de su 24 cumpleaños. Y Alex Zülle, el rival de Pedro, tuvo que cambiar cuatro veces de bici por averías. El maleficio del suizo y el ferviente público auparon al segoviano más ilustre.