Un trazado muy complicado

Con qué nos quedamos de España. Después de todo el caudal vertido por España en la primera fase hemos comprobado que una parte importante era líquida, drenó y se fue por el desagüe correspondiente. En el tamiz, en el colador de los residuos valiosos y relevantes, han quedado la facilidad intacta de Pau Gasol para dominar en ataque, el día a día, la línea recta superior y firme de la producción continua de Pau Ribas, el resurgir reciente de Sergio Rodríguez (al final de la primera mitad contra Islandia) y el posterior de Llull (en el último cuarto del partido contra Alemania). Por supuesto, hay que meter en una vitrina la defensa, sobre todo de perímetro, del tercer cuarto del encuentro de ayer, cuando la actividad de Rudy Fernández y Ribas encorvó a casi todos los alemanes­ al calco de la silueta de Nowitzki, frustrados por limitaciones propias, enroscados en sombras rivales.

El tren de la bruja. Las eliminatorias le dibujan a España un camino duro, uno de los trazados más complicados del circuito. Islandia estuvo a una prórroga de ganar a Turquía y haber dejado a España en la hipótesis de una pista con Israel, Lituania y Serbia antes de la final. Sin embargo, con la segunda plaza del grupo B, el sendero del equipo de Scariolo anuncia a Polonia, Grecia y Francia. El tren de la bruja. No estábamos para elegir, pero a ver si esas yemas, esos pequeños índices de mejora que han asomado a cuentagotas, tienen los efectos de la pastilla del astronauta.

Es leyenda. Qué suerte poder vivir y ver partidos en la misma época en la que él ha jugado. Debemos discernir entre los mejores jugadores europeos por rendimiento e historial en el baloncesto FIBA y por sus hazañas en la NBA. De este último grupo Nowitzki ha sido el mejor europeo de la historia. Ayer se despidió de su selección, lugar donde reservó los milagros de sus ratos libres. El físico de Nowitzki requiere ya más horas de fisioterapia y estiramientos que de trabajo en la cancha, y planea prolongar por lo menos dos años más su carrera en la NBA. El repertorio lo mantiene intacto, pero ya es estrella de la música de los de un concierto anual.