De Gea renovó por el Manchester United, así que ‘la commedia è finita’. La idea subyacente en todo el proceso, filtrada una y otra vez desde las sentinas del florentinato, de que Casillas se podía ir porque venía el portero del futuro, De Gea, ha acabado en fiasco. El Madrid se queda con Keylor Navas, después de haberle apretado para que se fuera al Manchester, donde, por cierto, le pagaban el doble y eso habrá que arreglarlo, si no se ha arreglado ya. Además el Madrid ha de indemnizar a De Gea, pagar a Casillas una alta parte de su salario y ha fichado a Casilla. Ese es el balance de la operación.

Admitamos que la ‘operación medio centro’ fue peor. Lo de fichar a Illarramendi por 32,1 más IVA (38,9), porque Xabi Alonso se iba a ir, renovar luego a este, malvenderle al Bayern, ceder a Casemiro al Oporto, comprar a Lucas Silva por 14, dejar extinguir el contrato de Khedira, perder la temporada en un par de lesiones de Modric, vender a Illarramendi por 17 más IVA, 20,5 (18,4 limpios para la caja de la Real, Florentino merece una calle en Donosti), colocar a Lucas Silva donde ha podido y comprar a Casemiro, que era suyo, por 7,5. Un prodigio. Lo de Casillas y De Gea ha sido más bufo, pero esto otro ha sido peor.

Keylor juega en Cornellà, en suma. La Liga arranca de nuevo tras una salida medio en falso (que ya ha rezagado dos puntos al Madrid) y se reinicia con las plantillas ya definitivas, al menos hasta enero. En Cornellà no estará De Gea, ni tampoco Danilo y James, dos bajas por virus FIFA, esa enfermedad de ricos. Pero el partido del día se jugará más tarde, en el Calderón, entre el Atleti y un Barça que viene con Messi sin un solo entrenamiento y con la felicidad de haber sido padre por segunda vez. Vuelve el fútbol. A Florentino hay que agradecerle que haya entretenido la espera con sus sombras chinas.