Bikandi Garrido acertó en todo lo importante. Más aún, fue uno de los mejores encuentros que he visto como trabajo de equipo del trío arbitral en los últimos años. Los asistentes no fallaron en ninguna de las acciones de posibles fueras de juego. Y hubo conflicto con los mismos en cuatro de los goles. Bikandi tiene una cosa muy buena. Supo acoplarse muy bien el año pasado a su nueva categoría (cuando ascendió a Primera), y esta será, según mi criterio, una temporada definitiva en su asentamiento. Le permitirá tener miras más altas.

El partido tuvo nueve jugadas para aclarar. Ningún equipo se vio perjudicado. En el minuto 4, Isco cayó en el área ante la entrada de Álvaro. No hubo penalti. En el 5’, Cristiano arrancó en posición correcta en el pase de Modric. No hubo orsay y el gol fue legal. En el 15’, Álvaro cometió un penalti claro sobre Bale. El galés recibió un pase de Benzema y fue trabado por el jugador del Espanyol. Le hizo caer. Penalti bien señalado. En el 19’, Cristiano estaba en posición correcta cuando Bale centró. Gol legal. En el 27’, Cristiano centró y el balón estaba por delante de Benzema, que marcó, por lo que no existía fuera de juego. En el minuto 36, el Espanyol pidió penalti por una falta de Benzema a Salva Sevilla. Pero fue fuera del área con claridad.

Ya en la segunda parte, en el 46’, no hubo penalti de Ramos. El balón le dio entre el hombro y el brazo, y además lo tenía pegado al cuerpo. En el 61’, no hubo fuera de juego Bale y tampoco de Cristiano cuando el galés le pasó el balón para que marcara. Y en el 63’ se reclamó un penalti de Marcelo por mano. El brasileño había caído dentro del área y el balón le dio en el brazo, que estaba apoyado en el suelo. No había intención de hacer mano. El árbitro hizo bien en no pitarlo.