La Vuelta a España ha sido un éxito. Ha estado más competida que el Giro. En la ronda italiana vibramos mucho porque ganó Alberto Contador, pero la etapa del sábado en la Sierra de Madrid nos dio muchas emociones y provocó el cambio en los puestos de podio. Ha sido un éxito en lucha, y los ciclistas se han entregado al 200% a estas alturas de la temporada pese a disputar las Clásicas y el Tour, como es el caso de Valverde y Purito. Rafa Maj­ka demostró que se defiende bien en la montaña. Y el campeón, Fabio Aru, ha hecho una gran Vuelta, al igual que Tom Dumoulin, quien pese a ser sexto ha cubierto una carrera fabulosa. La organización debe seguir con este acierto, y ha tenido la suerte de contar con ciclistas de calidad, aunque se produjeran abandonos como el de Chris Froome, pero en el Tour y en el Giro también suelen ocurrir estos percances.

En general ha sido una gran carrera. Muchos años hemos visto etapas aburridas en el Tour, pese a que es la ronda de más nombre, pero en esta Vuelta todas las etapas han tenido tensión. No se puede decir que los equipos han venido de paseo. Movistar lo dio todo con Nairo y Valverde. El colombiano, que ya tiene un historial importante, dio el callo hasta la última etapa. Y Purito ofreció más de lo que tenía. Admiro su capacidad para correr con inteligencia. En carreras de enero a diciembre me recuerda a Eddy Merckx, porque rinde toda la temporada, y hubiera tenido un palmarés más rico si la fortuna le hubiera acompañado.