Hasta el minuto 28, Isco se situó disciplinadamente cerca de la banda derecha. Para Bale quedaba la posición de enganche, al gusto de Rafa Benítez. El malagueño ya despuntaba con su juego hábil y adornado, aunque sólo hacía daño al Shakhtar por el territorio de su carril, en sociedad con Carvajal.

Llegó la lesión de Bale antes de la media hora y entonces Isco tomó su posición, entrando Kovacic por la derecha. Entonces empezó el recital del malagueño, con campo por delante, recibiendo y tocando. Nada menos que 92 toques de balón hablan de su gran participación; dio 68 pases buenos, que fueron un 88% del total, y firmó dos remates.

Pero lo brillante fue, sobre todo, la capacidad para transportar el balón de Modric-Kroos (y de un buen Kovacic) hasta la zona letal de Benzema y Cristiano. En esto Isco fue el capitán general del partido, con autoridad sobre el balón. De enganche se siente bien...