Tuvo mucho trabajo en la primera parte Martínez Munuera, donde estuvo bien técnicamente y lo mismo con las tarjetas, aunque su asistente (David Canales Cerdá) se equivocó en una acción muy difícil de apreciar en el campo. Fue en el 20’, cuando se le anuló un gol legal a El Arabi, que estaba por muy poco por detrás del balón cuando se lo centró Success. Debió subir al tanteador.

Fue un partido con muchas acciones polémicas. Antes, en el 16’, no hubo penalti a Cristiano de Krhin como tampoco lo hubo en el 32’, cuando Success quiso penetrar entre Marcelo y Lucas Vázquez y, al no poder seguir, se dejó caer. Tres minutos más tarde, hubo falta de Benzema a Lombán dentro del área del Granada y no al revés, como pidieron algunos jugadores madridistas.

Más fallos. En la segunda parte, el colegiado tuvo un arbitraje muy deficiente y vulgar, como en el final de la temporada pasada. Y eso que lo tiene todo para metas mayores...

En el 54’, Isco se encontró por muy poco en fuera de juego antes de centrar para que Benzema hiciera su gol. Debió ser anulado. Falló el mismo asistente, Canales Cerdá, del tanto mal anulado a El Arabi...

Avancemos. Ya en el 80’, El Arabi, dentro de su área, metió el pie derecho a la rodilla de Isco, derribándolo. Penalti tonto, pero claro. El árbitro, a distancia correcta, no lo señaló. Tres minutos más tarde, Javi Márquez agarró a Isco de la camiseta, reteniéndole, en el centro del campo. Martínez Munuera, muy cerca, demostró poca personalidad no sacándole la segunda amarilla y la correspondiente expulsión. La última acción a considera fue en el 86’. Doria en carrera con Cristiano, que no llegaba al balón, le metió el brazo empujándole. Es dudosa, pero creo que acertó al no señalar nada.