Aritz Aduriz está en el mejor momento de su carrera con 34 años y 7 meses. Sorprende sobre todo por las repetidas exhibiciones físicas que lleva a cabo, no tanto por el saber estar en el área, cualidad que se mejora con la experiencia. Su capacidad de salto y la técnica que ha adquirido para quedarse suspendido en el aire hacen que sea imparable de cabeza. Beñat le busca muy arriba, donde pocos llegan. Ya lleva cuatro goles desde las nubes en esta temporada. Está rápido, alejada la molesta pubalgia que le lastró en el pasado.

Hay que destacar que el mejor ariete nacional del momento lleva nueve goles por su elevado índice de efectividad, no por gozar de una cascada de ocasiones. Apenas ha malogrado dos desde que empezase el baile, Supercopa y Europa League incluidas. Ante Barça y Eibar en Liga, no tuvo un balón. Claro, el Athletic no marcó. Tres de los cuatro goles del torneo llevan su sello, el otro fue obra de un Raúl García con el que ya se entiende de maravilla. Renueva año a año porque suponen que algún día se le fundirán los plomos, pero la gran alegría para el club es que no se ve el final. Ha respondido de manera admirable desde que se fue Llorente, una pérdida que temía mucho hasta Urrutia, que llegó a ofrecerle cinco millones netos.