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Sin tele no hay saludo que valga

Sin tele no hay saludo que valga

El mundo entero esperaba que Casillas y Mourinho se dieran la mano con la máxima sinceridad que permiten las disputas inacabadas, pero la televisión no estaba presente. Sin tele, no hay gesto que valga. Y si no, que se lo digan a Guardiola y Messi que, pese a haberse entregado a un abrazo de despedida eterno alejados de la vista del público, sintieron necesario hacerlo de nuevo a ojos de todos tras marcarle cuatro goles al Espanyol. El saludo es “educación y obligado”, dijo Buffon. Y nada importaba más en este Casillas-Mourinho de la Liga de Personalidades que se jugó ayer.

Qué peligroso es reducir un partido de fútbol a un encuentro entre ‘desencontrados’! Especialmente cuando me da que nadie ha contado la historia verdadera de lo que ocurrió entre ellos. Me niego a creer que lo de Casillas y Mourinho fuera simplemente un asunto personal, la decisión de un entrenador ególatra que buscaba a toda costa la imposición de sus ideas, cayera quien cayera. Nada es tan simple. Es posible que haya habido un poco de todo en el asunto, pero claramente llegó un momento de no retorno. Y ayer se reencontraron.

En estas llegaron dos buenas paradas de Iker a Cesc y Pedro, pero también el gol de Willian que tiró el balón al palo del portero como hizo en sendos tantos en las últimas dos semanas ante el Maccabi y el Newcastle. Error garrafal de Casillas que tendría que haber estudiado al jugador del Chelsea. Mou no reaccionó. Más munición para amigos y enemigos. Y, en cierto modo, una derrota para ambos.

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