Siempre que veo a este Atleti, en entrenamientos, en partidos, a la cabeza se me viene una frase de La trama nupcial, novela del Premio Pulitzer, Jeffrey Eugenides. Hay un momento en que un personaje le pregunta a otro a qué aspira en la vida y éste contesta: “Mi meta es llegar a ser un adjetivo, que la gente diga: esto era bankheadiano, o no”. Pues el Atleti del Cholo lo es ya, un adjetivo, cuatro palabras que significan muchas cosas. Pundonor. Casta. Bemoles. Intensidad. Morir.

Aunque, últimamente, dicen, que le falta intensidad y todavía no sabe si es carne o pescado. Y que sólo en Sevilla, de verdad, se le vio bien. Y que Filipe no es el que se fue. Y que Tiago y Gabi están mayores, Óliver no es Arda y Jackson no las mete… Y que, encima, ahora viene el Madrid. Pero esta semana, tras las derrotas ante Villarreal y Benfica, el vaso se ve medio vacío. Pero si uno lo mira medio lleno ve a Correa, a Griezmann, a Tiago y Gabi rejuvenecidos, y a Torres, en algunos partidos como el mejor Niño. Y viene el Madrid, sí, y no se me ocurre rival mejor para que el Atleti dé el golpe en la mesa y revierta la situación. Porque este es el Atlético del Cholo y lo forman 22 guerreros. Es fácil creer en ellos. Razones nos han dado de sobra.