La ACB del Madrid y el Barça

La Liga de baloncesto está a la vuelta de la esquina. El sábado, primeros partidos. Con tal motivo, la ACB hizo la presentación de su temporada. Con un Madrid campeón, con un Barcelona fortalecido, con un Unicaja y un Valencia que se sitúan a la cabeza de los terceros en discordia. Pero sin un solo cambio para mejorar su delicado estado de salud. El último balance de la situación económico-financiera denuncia “un peor resultado de la temporada anterior, debido a una caída en los ingresos de la competición de un 16,5% que los sitúan en los niveles de la temporada 1999/2000”. Es volver quince años atrás. El aficionado se ha desengañado de un sistema de competición donde nunca pasa nada. Y si no interesa, no hay inversión.

Pero la ACB no da su brazo a torcer. Ahí mandan el Madrid y el Barcelona. Están cómodos con un sistema en el que se pueden perder quince partidos de Liga y luego ser campeón. Ellos no necesitan del dinero de la televisión para sobrevivir. Sus presupuestos salen del fútbol. El informe revela que “la ACB no ha repartido ingresos por la televisión a los clubes”. No los ha repartido, porque los contratos han sido irrisorios. Medio millón para todos. Ahora va a entrar Movistar plus, y poco más pagará aduciendo que las audiencias son mínimas. ¿Y qué dicen los demás clubes? Nada. Agradecidos están al Madrid y al Barcelona de que les cedan jugadores. Con cuatro que mantengan cada uno, ya tienen la mayoría de los votos. Es así de fácil.