Aleix Vidal existe, los fines de semana se libra y el FC Alcachofa

Aleix, como Teruel. En estos momentos Aleix Vidal debe de sentirse como Andrew Ridgeley, que formaba junto a George Michael el dúo Wham. Es ‘el otro’. A Wham se le recuerda como el grupo de George Michael y ‘el otro’. Un poco esto es lo que pasa con Aleix Vidal en el Barcelona. En su duelo con la FIFA por inscribir a un jugador en el puesto de Rafinha, lesionado por más de cinco meses a causa de un estropicio en la rodilla, desde el club únicamente se habla de Arda Turam como recambio. El jugador turco viaja a Londres de fin de semana, apoya al Premio Nobel de Física turco, compite con su selección y acude a saraos varios mientras que el de Puigpelat se ejercita cada día, juega partidos de entrenamiento con el filial y ve cómo constantemente se filtran fichajes para jugar en una de las posiciones que él podría ocupar. Es la hora de reivindicar, ni que sea para quedar bien desde dentro del club, que Aleix Vidal, como Teruel, también existe.

El fútbol se para en domingo. Dejando a un lado la cuestión de si se está haciendo de menos a Vidal, lo que está clarísimo es que el Barcelona no podrá inscribir hasta el 4 de enero, con lo que Arda y Vidal se perderán el primer partido del año ante el Espanyol. ¿El motivo? Los fines de semana el fútbol libra. O mejor dicho, libran los que lo dirigen y aún no están en el talego. La Liga ha programado el partido entre Barça y el Espanyol para el 2 ó 3 de enero, pero como el día 1 es fiesta en todo el mundo y el 2 y 3 cae en fin de semana, no habrá nadie ni en la FIFA ni en la RFEF que selle el tránsfer de ambos jugadores, por lo que hasta el 4 no habrá permiso. Esto de jugar en fin de semana se ve que es una novedad de última hora.

Obsesionados por las alcachofas. Ante tanta injusticia, el Barcelona se mantiene prudente. Adopta una política que en las oficinas del club denominan “riesgo cero”. A pesar de que la FIFA está en derribo, el Barça no se atreve a contradecir al gran dinosaurio suizo, no sea que se enfade y actúen en consecuencia con un nuevo expediente. Dicen en el Barça que este caso es como comerse una alcachofa, hay que ir “hoja a hoja”. Curiosa obsesión del club por las alcachofas. En su última asamblea como presidente, Rosell ya dijo que los terrenos del club en Viladecans sólo servirían para plantar alcachofas.