¿Quién saca los colores al agente de Bale en el Real Madrid?

El vacío deportivo. La mayoría piensa que el director deportivo en un club es aquel que decide en los fichajes y en las bajas del equipo. Esa es la parte mediática, pero la realidad es que se trata, por encima de todo, de un solucionador de conflictos. Si al agente de Bale se le vuelve a cruzar el cable, como ya le ocurrió en la época de Ancelotti, se le llama a capítulo, se le sienta con su representado y se le lee la cartilla como corresponde. Y da igual que su representado se llame Bale, Sergio Ramos, Isco, James o quien sea. En esto no puede haber excepciones.

La segunda insensatez. Hay que ser el más insensato de los agentes para que en el momento más feliz de Bale con su selección, en plena celebración de homenajes y premios para Cristiano por sus siderales registros goleadores, querer marcar distancias con el portugués, caricaturizándolo como modelo de calzoncillos. Cuando Bale marque 50 goles por temporada, coleccione cuatro Botas de Oro o tenga al menos un Balón de Oro, su agente podrá empezar a comparar. Si fuera la primera andanada de Jonathan Barnett, sería problema suyo. Como es la segunda, el problema está en que no hay nadie en el club que le haya sacado los colores.

La exhibición de De Gea. Si no fuera por el excepcional inicio de temporada de Keylor Navas, a alguno le iban a salir sarpullidos contemplando el monumento al portero que De Gea esculpió en Ucrania. Sus dos paradas con los pies y todas las manos que sacó, incluso estando tapado, demuestran que estamos ante un fuera de serie. En Manchester llevan un par de años acostumbrados a que sea el mejor de su equipo un partido sí y otro también.

Los titulares de Del Bosque. No creo que sea faltar a Casillas decir que el De Gea del United es mejor que el Iker del Oporto. Dicho esto, para Del Bosque, al que le gusta manejar la Selección como un equipo, hay seis titularísimos: Casillas, Piqué, Ramos, Alba, Busquets e Iniesta. Si llegan en buenas condiciones físicas a la Eurocopa serán los titulares. Los pesimistas piensan que el seleccionador tiene un problema en la portería; los optimistas dirían que lo que tiene Del Bosque son dos soluciones.