P. P. San Martín

Nada ni nadie podrá acabar con la radio deportiva, la sintonía de nuestras vidas

Es posible que Javier Ares acabara su intervención por el principio del asunto: “El problema de la situación de la prensa deportiva es el servilismo que venimos teniendo en los últimos años”. La mezcla entre medios informativos y propietarios de los sucesos deportivos ha llegado al punto que cuesta distinguir dónde se encuentra la información libre y abierta y dónde es digno o decente negociar con ella. Así ha llegado el momento en que, como decía Gallego, todas las puertas se le cierran al periodista que busca información con su mejor voluntad. O peor aún, todas las puertas se le cierran si no pasa por caja, que reconocía Edu García: “Si quieres una entrevista con no sé quién, tienes que decir que la maquinilla no sé qué, afeita de maravilla”. Si ya nada es gratis, la información será cada vez menos pura.

En ese servilismo de una Prensa poco rebelde, proclamado por Ares, se fundamentan muchas de las rémoras que arrastra la profesión, pero no sólo afecta al mensajero, sino también al receptor, al espectador y oyente. La comercialización de los acontecimientos deportivos provoca un filtro que adultera la realidad o la verdad completa. Si pagas eres menos libre. Si no tienes acceso a según qué sitios, sólo se podrá conocer la realidad sesgada. Por estas cuestiones y algunas cosas más que maltratan al periodismo deportivo reclamaron su defensa ayer Gallego, Ares, Toral, Xuancar y Edu García con valentía y frescura, en una mesa que debieran repasar por Youtube algunos de los que sólo ven en la información del deporte una caja de caudales. Y no es sólo La Liga de Tebas, que aprieta, claro, hasta donde le dejan.

Lo que nos dejó esta mesa de la Asociación Española de la Prensa Deportiva en colaboración con el CSD fue, por otra parte, una agradable sensación de que hay vida en los carruseles deportivos que tantos momentos mágicos nos han hecho vivir, que son la sintonía de nuestras vidas de domingos eternos de fútbol. Nada ni nadie podrá con ellos y esta es una feliz noticia con dedicatoria.