El doctor Olmo cambió el tratamiento en la espalda de Bale... y no funciona

Doctor filtrador. Ya hemos contado aquí que el doctor Jesús Olmo, jefe de los servicios médicos del Madrid, es conocido dentro del vestuario como el Dr. Estiramientos, tal es su afición por recomendar a los jugadores que estiren como remedio para todo. Florentino le dio plenos poderes el pasado verano y fisios con dos décadas de servicio en el club como Pedro Chueca, Juan Muro o Dani Pirri fueron despedidos. Esto sí que fue estirar, y mucho, un problema, ya que Olmo tenía entonces a casi toda la plantilla en su contra. Nadie cree en sus métodos y sí en que es él quien filtra a la directiva lo que pasa en la caseta. Y muchos le culpan de la salida de Ancelotti por extender el rumor de un supuesto déficit en la preparación física de los futbolistas. El problema se ha recrudecido hasta convertir el ambiente en irrespirable. Los jugadores, con Ramos a la cabeza, quieren ahora prohibir la entrada de Olmo al vestuario.

El Caso Bale. Las últimas lesiones de Bale tienen una explicación más allá de que el galés se sienta tan protegido como para priorizar su selección al Madrid. Se trata del cambio propuesto por Olmo en el tratamiento para sus problemas de espalda, que son el origen real de su vulnerabilidad muscular. Con Ancelotti y de la mano de Giovanni Mauri, su gurú de la preparación física y la recuperación, Bale seguía un programa de flexibilidad, a lo que se añadía la potenciación muscular alrededor de la columna. Y con reservas, funcionó. Olmo ha apostado ahora por otra técnica, la Relajación Miofascial. Simplificando, se trata de buscar puntos gatillo y estiramientos selectivos para relajar los músculos, que están recubiertos por un tejido que se denomina fascia. En definitiva, en lugar de la potenciación que buscaba Mauri, Olmo ha apostado por la relajación… Con Bale no funciona. Y parece que con los demás, a tenor de la plaga de lesiones, tampoco.

El paciente inglés. El caso de Bale le debe sonar mucho a Olmo, porque es muy similar al de Woodgate, al que ya trató (como médico externo cuando intentaba meter cabeza en el Madrid) y al que terminó dejando tirado y dando por perdido. Los problemas de espalda del central inglés terminaban irradiándose a las extremidades inferiores hasta provocar continuas lesiones. Como ahora ocurre con Bale y su gemelo.

101 millones. Pero del problema de Bale subyace otro que será mayor, saber si se tomaron todas las medidas en el reconocimiento médico previo al fichaje del galés para cuidar una inversión de 101 millones de euros. Avanzada su tercera temporada, el galés se ha perdido el 14% de los partidos con el Madrid. Está ahora en la mano del Dr. Estiramientos que el fichaje más caro de la historia tenga la suficiente continuidad como para abanderar un proyecto de futuro.