Márquez es la excusa perfecta para Rossi

Sigo dándole vueltas sin parar a las motivaciones que han empujado a Rossi a organizar semejante trifulca con Márquez. Provocar al español en la rueda de prensa de Sepang tuvo las consecuencias que ya todos conocemos, con un desenlace incierto que sólo se desvelará el próximo 8 de noviembre en el circuito de Valencia. Pensando en todo esto, creo que he encontrado una razón que puede dar cierto sentido a tan incomprensible estrategia: Valentino se ha creado un enemigo pero también ha encontrado una excusa. Intentó amedrentar a Marc y no pudo; sin embargo, lo que sí ha conseguido es una justificación perfecta en el caso de que no alcance ese ansiado objetivo de su décimo título mundial. Quizá fue lo que ya buscaba desde el primer momento en el que dejó claro que creía que existía una alianza entre españoles, teoría que se han encargado de alimentar desde Italia tanto como de desmentir desde España (obviamente es ridículo).

Visto así la jugada puede tener una finalidad, sobre todo después de lo ocurrido en Malaisia. Rossi se posiciona como víctima, tanto de la sanción que le impusieron como del supuesto compadreo entre Márquez y Lorenzo. Si se proclama campeón en Cheste será además un héroe, porque lo habrá logrado pese a nadar contracorriente, superando escollos que van más allá de la capacidad de sus rivales en pista; en el caso contrario, esgrimirá un argumento perfecto ante el mundo entero: le han robado con malas artes esa corona que legítimamente era suya. Todo ello, diría, jaleado por un entorno muy cercano que le ha convencido de que Márquez es su enemigo número uno, al que se debe combatir con tanta crudeza como sea necesaria. Lo que seguramente no entraba en sus cálculos es la magnitud de lo ocurrido y la trascendencia del escándalo. Algo que, lamentablemente, ya tiene poca solución. Aunque alguna queda…