Empate. Hace dos semanas el Atlético jugó con fuego en Anoeta y no se quemó de milagro. Se puso por delante en el primer tiempo y se echó atrás confiado en su solidez defensiva y en la calidad de Oblak. Pero la Real Sociedad bien pudo haber empatado. Ayer sucedió lo mismo: el Atlético se fue al descanso ganando y quizá mereció un 0-2 que casi hubiese liquidado el partido. Pero no lo hizo y el choque fue otro tras la reanudación. El Atlético se sabe seguro en defensa, fuerte para defender cualquier botín, por mínimo que sea. Pero en fútbol suceden los errores y los accidentes y Giménez vivió en primera persona la cara más amarga de este deporte. Su fallo le privó al Atleti de dos valiosos puntos, aunque el error de verdad, con mayúsculas, fue no haber salido a la contra con más claridad, con más fluidez, con más ganas de hacerle daño al rival. En la segunda mitad el Depor sólo se preocupó de atacar, consciente de que el Atlético únicamente se preocupaba de taponar su portería. El conjunto madrileño tiene mimbres suficientes para intentar otra cosa, no sólo para fiarlo todo a su firmeza defensiva. Giménez, que otras veces se jugó la cabeza por el equipo, fue consolado incluso por los jugadores rivales.

Dos puntos. Luego, cuando el conjunto gallego apretó, el Atlético sí fue otra vez en busca de la portería del Deportivo. Entonces los rojiblancos quisieron tocar de nuevo e hilvanar jugadas como lo hicieron en el primer tiempo. Pero ya era tarde. Seguro que este tropiezo le sirve al Atlético para futuros partidos. Debe servirle.

El calendario. En la víspera ya comenté a mis más allegados que no me gusta ese aire triunfalista que reinaba en el ambiente por haber jugado ya ante los grandes de la Liga. El Atlético había superado su tramo más complicado del calendario, pero en este campeonato nadie regala nada. Y el Deportivo tampoco. En Primera División no hay partido fácil. Y los rivales ya le tratan al Atleti como un grande. Se lo ha ganado. Por eso hay que correr más que el rival. Como dijo el Cholo en la previa. Pero si dejas de correr...

Tiago. El portugués adelantó al Atlético con un buen gol, un tanto de jugador maduro, listo, que sabe estar donde tiene que estar. Ahora mismo Tiago es medio Atlético. Otros jugadores no están como debieran. Filipe Luis no es el que nos maravilló antes de su marcha y Koke aún no ha entrado en el equipo. No está fino. El Cholo le pone en un lado, en el otro, le baja de posición, le sube... Siempre deja destellos de su categoría, puesto que es un jugador de mucho nivel. Pero hay que pedirle más.

El Pechuga. La tarde no empezó bien cuando supimos que Miguel San Román tuvo un infarto e ingresaba en un hospital madrileño. El Pechuga es el alma mater del Atleti, alguien querido por todos. Ayer por la tarde los veteranos del Atlético estaban pendientes del estado de salud del ex portero rojiblanco. A todos se nos encogió el corazón al enterarnos de este nuevo percance de San Román. Mientras su Atleti empataba, Miguel luchaba por seguir vivo. Ánimo San Román, mucho ánimo Miguel.

Astana. El Atlético jugará el martes partido de Champions ante el Astana, un encuentro que tiene gran valor puesto que puede suponer media clasificación en esta fase de grupos de la Liga de Campeones. El equipo madrileño seguro que olvidará este tropiezo y saldrá a ganar. El primer tiempo de Riazor es el camino a seguir.