Rossi, Lorenzo y Márquez: todo sigue igual para el domingo

Carmelo Ezpeleta, el gran jefe de Dorna, ha pedido calma a los tres implicados en la inconmensurable polémica del final de la temporada de MotoGP. Se ha reunido individualmente con Rossi, Lorenzo y Márquez para intentar que la escalada de tensión que han protagonizado no vaya a más. Una reacción que, en mi opinión, llega tarde. Ezpeleta conoce este campeonato y a sus estrellas mejor que nadie y el jueves de Sepang ya sabía que Valentino se había equivocado con su ataque a Marc; fue entonces cuando debió intervenir, aunque obviamente tampoco se podía esperar que la madeja se enredara de este modo. En Valencia ha tranquilizado los ánimos evitando declaraciones altisonantes de los pilotos, algo que puede favorecer al ambiente del gran premio pero desde luego que no alivia nada la presión para la carrera.

Las heridas abiertas en Malaisia no se cierran con una tirita, precisan de mucho tiempo para cicatrizar. Hubiera sido necesario evitar allí mismo que, durante estas dos semanas, la situación fuera a peor, como ha sucedido. Tres caníbales del éxito se enfrentarán el domingo con motivaciones que van mucho más allá de las deportivas. Es así lo admitan o no, nos guste o no; les han pedido que se olviden de los ataques verbales pero cuando se bajen el casco no será una cuestión de palabrería sino de honor. Rossi sembró la semilla de la discordia sin calcular que el árbol del enfrentamiento iba a ser tan frondoso en tan poco tiempo. Ojalá todo quede así, que el conflicto se resuelva deportivamente y que la pasión por las motos no se vea enturbiada por nuevos episodios vergonzantes. Yo esperaré a que caiga la bandera de cuadros para respirar aliviado, antes me va a costar hacerlo…