J. R. Rodríguez

El orgullo en todo lo alto

Pongan todos los tópicos que se deseen. Tanto nadar para morir en la orilla. Lo peor no es la derrota, sino la cara que se te queda. La derrota es injusta. Mereció el empate.... Lo que quieran. Pero nadie debe rasgarse hoy las vestiduras porque este Sporting de Abelardo recuperó ayer todo su orgullo y la esencia que hace de estos chavales un conjunto sobre todo respetado. El gol de Griezmann fue toda una puñalada por la espalda para los rojiblancos de amarillo. Lo fue porque llegó como consecuencia de la enésima vez que le ganan la espalda por un costado a una defensa ejemplar. Y lo fue porque fue un jarro de agua fría y un varapalo enorme para tanto esfuerzo. Pero el Sporting debe afrontar el parón liguero con la tranquilidad de saber que no ha perdido su esencia, que sus valores siguen intactos. La implicación de toda la plantilla es enorme y lo han vuelto a demostrar. El Sporting se sobrepuso a la adversidad de perder en media hora a dos futbolistas fundamentales en el trabajo del equipo. Las lesiones de Sergio y Guerrero fueron torpedos en la línea de flotación del conjunto gijonés, pero la flotilla de Mareo se multiplicó paa cubrir las ausencias. Preocupan esas lesiones por la merma de efectivos. Por eso se hace más que necesaria esta semana la vuelta de Dani Ndi, sobre todo para sumar.