Un gol de oro

Éxtasis. Cuando el Atlético marcó ya en el descuento, el Calderón estalló de alegría. La gente se liberó de noventa minutos de tensión, de ver cómo su equipo no podía marcar a pesar de haber asediado el área del Sporting durante muchos minutos. La gente se abrazó con el que tenía más a mano, con el de al lado y festejó el tanto como pocas veces lo hizo. Abajo, en el césped, en el banquillo, todos se abrazaron al Cholo. Simeone se volvió loco de alegría. Y los rojiblancos hicieron lo propio sobre el césped. El Atlético, este Atlético que necesita tanto los goles, marcó uno, sólo uno, a escasos segundos de que pitara el árbitro. Pero valió tres puntos, mucha alegría, mucha moral...

Griezmann. El Atleti más ofensivo de los últimos años, el de los Jackson Martínez, Correa, Vietto, Griezmann y Fernando Torres, tiene un problema con el gol. El equipo rojiblanco no está fino de cara a la portería rival y lo acusa. Y si el equipo no hace goles no puede ganar. El bagaje anotador es bastante pobre y eso preocupa en el Atlético. Griezmann marcó porque es el más listo, porque tiene la picardía de quien se sabe manejar en los metros finales. Ese gol de oro le dará alas al Atlético.

El futuro. El equipo insistió e insistió hasta el final. Tuvo fe y, empujado por su público, por esas peñas, por esa gente venida de fuera, encontró al final la recompensa al esfuerzo y al trabajo. El Atlético jugó a ratos agarrotado porque necesitaba el triunfo para disipar las dudas. Ahora llega el parón y tocará reflexionar. Con sufrimiento, con mucho sufrimiento, y con algunos de sus jugadores en un pobre nivel de juego, el Atlético sigue arriba. Y ahora, rearmado de moral.

Las peñas. El Atlético rindió homenaje ayer a sus peñas, que son el verdadero motor de la entidad. El club madrileño vive socialmente el mejor momento de su historia, con más de 700 peñas y con presencia en España y fuera de nuestro país. Uno tiene la suerte de viajar con el equipo en los encuentros fuera del Calderón y puede vivir toda esa pasión que la gente siente por el Atlético. Ya puede ir el conjunto madrileño al rincón más alejado del mundo que allí siempre aparece alguien del Atleti, alguien que dice sentirse orgulloso de ser colchonero. El futuro es muy positivo en este sentido, con más peñas en el horizonte y con un sentido de pertenencia cada vez más arraigado.

Lleno. Por eso el Calderón se llenó y es la cuarta ocasión que pasa en esta temporada. Hubo fiesta durante todo el día en La Ermita, lugar próximo al estadio, donde se congregaron miles de aficionados del Atlético. El día acompañó en Madrid y la gente se lo pasó en grande. Antes del encuentro, Cerezo homenajeó a las peñas rojiblancas de nueva creación, a las que cumplían 25 años y a la de 50, la peña Atlética Gran San Blas. Enhorabuena a todas ellas y ánimo en su trabajo, pocas veces reconocido. Impresionó antes del partido ver autobuses de Cáceres, Badajoz, Jaén, León, Córdoba, Soria, Toledo, Guadalajara, Valladolid y otros puntos de España.

Las chicas. Hay parón liguero, pero no por ello parará la actualidad en el Atlético. Ahora le toca el turno al Atlético Féminas, que jugará Champions ante el Lyon. Será el miércoles en el Cerro del Espino de Majadahonda. El Atlético vive un momento social histórico, pues en breve alcanzará los 80.000 socios. El club está más vivo que nunca. El gol de Griezmann llenó de ilusión a todas las peñas en su vuelta a casa.