No juzgar antes que la Justicia

Dar una opinión sobre un asunto judicial sin tener acceso al sumario es una cosa tan complicada que nunca tendré esa osadía. Que el imputado sea una persona que conozco, como es el caso de Karim Benzema, o que sea alguien que no he visto en mi vida no cambia nada para mí. Cuestión de limitaciones dirán algunos… Yo llamo a eso honestidad. El día que el delantero del Madrid salga del tribunal con una condena o con una absolución, me permitiré expresar lo que pienso, pero ahora no. Voy a contar simplemente una observación que estoy haciendo desde hace una semana.

Es increíble como Benzema provoca sentimientos tan opuestos entre la gente. Por un lado, recibo mensajes de personas que han trabajado con él y que se preocupan por lo que le puede pasar a “ese buen chico”, tal y como lo describen. Y, por otro lado, compañeros míos y amigos me comentan, con cierto gozo, cosas tipo “ya te había dicho que era mal tío. Espero que el Madrid le eche”. Existe un abismo entre las sensaciones de unos y otros. Yo les contesto a esos dos bandos creados por el caso Benzema la misma cosa: hay que confiar en la justicia de la República Francesa.