El Clásico y la confianza en la Policía y el servicio de seguridad del Madrid

Lógica preocupación. Los últimos atentados de París y el acento que el terrorismo yihadista ha comenzado a poner en el mundo del fútbol con los sucesos del Francia-Alemania de Saint Denis producen una lógica preocupación en las autoridades españolas de cara al Clásico. En este sentido reconforta el hecho de la eficiencia de los servicios de seguridad del Madrid. Sus métodos para garantizar la seguridad en el Bernabéu han sido importados con frecuencia por muchos clubes europeos de primer nivel, y sus iniciativas muchas veces incorporadas luego por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. La seguridad del Madrid ha tenido que hacer frente en los últimos tiempos, por desgracia, a varias crisis derivadas de acciones terroristas, y siempre fueron solventadas con éxito.

En 2002. La banda terrorista de ETA escogió la vuelta de las semifinales de Champions entre Madrid y Barça para hacer estallar un artefacto en las cercanías del Bernabéu, en la llamada Torre Europa. Era la primera vez que ETA colocaba una bomba a las puertas de un estadio de fútbol. La UEFA inició incluso el trámite (tras una segunda explosión) para que el encuentro fuera suspendido. Fue el Madrid, y sus servicios de seguridad, quienes asumieron la responsabilidad de garantizar la disputa del encuentro. El partido se jugó con normalidad y el entonces Príncipe Felipe asistió, como tenía previsto, al palco.

En 2004. Madrid y Real Sociedad se enfrentaban en la 15ª jornada de Liga. A pocos minutos del final se recibía un aviso de bomba en el diario Gara, similar a los recibidos también durante esos días y que terminaron con la explosión de artefactos en varias gasolineras. La evacuación del Bernabéu, realizada en 15 minutos, fue ejemplar, como ejemplar fue la serenidad que mostraron los aficionados. La decisión que tomó Julio Cendal, jefe de seguridad del Madrid, permitiendo que parte del público accediera al césped, fue esencial para evitar las avalanchas. Algo parecido a lo que sucedió en Saint Denis, donde el público que asistió al partido tuvo que esperar desorientado en el verde a que terminara el horror.

Paciencia. La Policía ha dispuesto las medidas necesarias para garantizar la seguridad en el Clásico. El club ha redoblado los esfuerzos. Prosegur (la empresa privada que tiene contratada) movilizará trabajadores de toda España hasta completar casi 1.500 efectivos. Los cacheos serán minuciosos. Sólo cabe pedir paciencia y esperar a que el fútbol no se vea más veces salpicado por el ataque irracional que el terrorismo yihadista pretende hacer al modelo de vida occidental basado en la libertad.