El Clásico, Luis Suárez, Keylor y Messi

Luis Suárez compareció ayer ante la prensa y estuvo bien: “No buscaré el hombro de Sergio Ramos, como el Madrid no buscará la pierna de Messi”. Es un mensaje positivo, lanzado por un jugador de tinte guerrero, que ha tenido algún desliz extraordinario, pero que honra con esas declaraciones los valores del fútbol. Me gusta, porque esperamos este Clásico con más ilusión que nunca por todo lo que ha pasado, por todo lo que está pasando. Porque tenemos necesidad de distracción, y esta es de las mejores que podemos encontrar en nuestro querido Occidente. Un Clásico es de lo mejor que ofrece el fútbol.

En el Madrid la buena noticia es que Keylor Navas hizo portería. O sea: está recuperado. Buena cosa, porque aunque Casilla es bueno, Keylor Navas ha acreditado una condición superior. En este Madrid mal zurcido, en el que a Benítez se le ven algunas dudas secuela de tantísimas lesiones (él sabrá qué parte de culpa le corresponde), Keylor Navas ha sido el gran factor de estabilidad. Y bien que se notó cuando faltó. Si ahora vuelve, como es de esperar, el Madrid saldrá con uno o dos goles en contra menos. Así que ahora la duda se desplaza a Messi, que a su vez suele salir con un gol o dos en los bolsillos.

Messi lleva ya unos días entrenándose, aunque un poco a medio gas. ¿Jugará? Se supone que la decisión saldrá de un encuentro entre él y Luis Enrique mañana. Uno se lo imagina viniendo a Madrid y saliendo la última media hora, como hizo en el Manzanares, con consecuencias sicológicas y futbolísticas (viene a ser lo mismo) estrepitosas. Pero entonces venía de un viaje y una paternidad. Ahora viene de una lesión de rodilla, muy otra cosa. Si algo cierto se puede decir del fútbol es que con las rodillas no hay bromas. En fin, que asoma el Clásico y, como siempre, da para conversaciones previas.