James puso rebeldía

Derrota durísima para el madridismo. Siempre es doloroso perder contra el máximo rival, contra el que te juegas los grandes títulos, pero lo es mucho más cuando la imagen es la que ayer nos dejó el Real Madrid. Una imagen de equipo sin rebeldía ante la derrota, de sometimiento, de tener pocas soluciones ante la adversidad y de bajar los brazos. El ADN de este club exige, como mínimo, morir en el campo mientras te queden fuerzas, más allá de tener mayor o menor acierto. Ayer vi a muy pocos futbolistas rebelarse contra el rival y el que más lo intentó fue James.

El jugador colombiano tiró de personalidad, de garra y de calidad para pedir el balón en todo momento para asumir el mando de las escasas operaciones ofensivas de los de Benítez. Del resto de jugadores apenas tuvimos noticias. Es momento de llamar a la unidad total, la reflexión y la autocrítica para intentar darle vuelta a esta situación cuanto antes.