Ceballos debe ser el camino

Lugares comunes para el Betis empezando por otra derrota casera, la cuarta de seis partidos que ha jugado al calor del Villamarín. Ni parapetarse con tres pivotes defensivos le sirvió a Pepe Mel para evitar otro gol tempranero, de esos que te matan cualquier plan y más contra un equipo, el Atlético, que nada a favor de corriente tan bien casi como ningún otro en Europa. Esta vez le tocó pifiarla a Xavi Torres, al que la grada afeó el resto de primera mitad.

Quizá debió su entrenador sustituirle antes, como lo hizo en el descanso, y meter a Dani Ceballos. Hubiera ganado tiempo e ilusiones para igualar. El utrerano podrá estar bien, mal o regular, pero en este once verdiblanco tan previsible tiene que jugar siempre, siempre, siempre. De las botas de Dani se puede esperar algo diferente y por eso el Betis de la segunda mitad, sin crear demasiadas ocasiones, dio en varios momentos la sensación de tomar la iniciativa y poder empatar el partido. Más allá de lo ocurrido en Vallecas y de alguna fase en victorias como las de la Real o el Sporting, ninguno de los dibujos béticos que no han incluido a Ceballos ha parecido mejor que el que surge cuando la perla aparece sobre el campo. Tiene que jugar, sí o sí. Dani es el camino. Al menos, hasta que se demuestre lo contrario.