Florentino hace planes, obligado por las circunstancias, después de escuchar el repudio del Bernabéu, que tan pagado está de sí mismo que le sorprendió. La bronca le llega en una semana mala: el miércoles será el juicio por el cambio de los estatutos que sacó adelante en su domesticadísima asamblea, y que en la práctica impide que se presente a la presidencia del Madrid alguien que no sea él, o poco menos. Esos nuevos estatutos exigen al candidato veinte años de socio y avalar previamente y con el patrimonio personal el 15% del presupuesto anual. Y en un banco español.

Él teme perder este juicio, por eso hace planes: convocar elecciones previo ganarse al socio ‘con una actuación sobre algunos jugadores’. Ayer lo comentó a algunos íntimos. No es difícil imaginar que los principales tiros irán destinados a Cristiano, con el que siempre tuvo roces, y que tampoco ahora hace mucho por defenderse a sí mismo. Han menguado sus goles y su interés. Y actuará inflexiblemente sobre Benzema si sale culpable del enredo en que se ha metido, consecuencia de que él salió del barrio en su día pero el barrio nunca salió de él. A cambio, promesas de fichajes coruscantes: Hazard, Lewandowski...

En cuanto a Benítez, la idea es patada para adelante. Ahora llegan partidos que se supone producirán victorias. La Liga se ha puesto muy cara (seis puntos más el ‘goal average’ a estas alturas) pero lo demás se puede fiar largo. Eso sí: Benítez ha perdido el respeto de sus jugadores, eso es evidente. Los jugadores son difíciles de llevar, y más aún si ven al entrenador débil o injusto. Al componer la alineación que iba a enfrentarse al Barça, Benítez fue ambas cosas. Florentino le intentará mantener, pero su autoridad ante el grupo se ha esfumado. Estos días escucharemos muchas acusaciones contra varios.