El plenipotenciario Benítez y el inquietante discurso de Florentino

Un entrenador con plenos poderes. Supongo que Rafa Benítez habrá aprendido la lección del 0-4, que pasa por poner sobre el césped a los futbolistas que estén en mejores condiciones físicas o anímicas, más allá de su nombre. No es cuestión baladí que Messi no jugase de principio y todas las estrellas del Madrid, por nombre, sí lo hiciesen sin estar bien. Siempre será mejor morir con tus ideas, que sobrevivir con las de otros. Contra el Shakhtar, lo intuiremos, pero contra el Eibar, lo comprobaremos…

El señorío de Ancelotti. Si alguien supo llegar, estar y marcharse del Madrid, ése fue Carlo Ancelotti. El italiano no merecía esa andanada presidencial, hablando hasta tres veces del declive futbolístico que, según él, empezó el pasado enero. Hace apenas cuatro temporadas, llegar a una semifinal de Champions era poco menos que vendido como un éxito, pero para el entrenador que conquistó La Décima es motivo de escarnio público. Lástima que, hasta en las formas, se haya perdido la clase que siempre tuvo el Real Madrid.

Florentino y los fantasmas. Resulta paradójico que el presidente blanco que más ha intentado manejar entre bambalinas los medios de comunicación, hable de campañas mediáticas en su contra. Lo más sangrante es que intente hacer creer a sus miles de aficionados que los que criticamos algunas o muchas de sus decisiones, estamos disparando contra el Real Madrid. Es un argumento tan burdo como si criticar las actuaciones de su último compañero de palco, Mariano Rajoy, fuese criticar a España. Suena a mensaje de otros tiempos, felizmente superados.

La inteligencia de los aficionados. Nadie puede asegurar la cifra de seguidores madridistas que mostró su disgusto por el lamentable partido ante el Barcelona al grito de ‘Florentino dimisión’ en el Bernabéu. Seguro que hubo un porcentaje que también calló. Justo es decirlo. Lo inquietante es que el presidente deslice que la reacción espontánea de una parte del público tenga otro origen que no sea el de mostrar el lógico descontento con un proyecto deportivo que ha hecho agua demasiadas veces. Hace 15 años, el Real Madrid era el mejor equipo del Siglo XX y ahora, el Barcelona, con todos sus líos institucionales, judiciales o fiscales, es el mejor equipo de lo que va de Siglo XXI porque tiene un modelo deportivo. Eso es lo que no ha sabido hacer Florentino, mientras alardeaba de ser el club más rico del mundo...