Los camelos del baloncesto

La Euroliga y la FIBA se han enzarzado en una guerra absurda que nada bueno puede traer para el baloncesto que defienden. Ahora mismo la pinta que tiene la cosa es que se van a crear dos competiciones paralelas para la próxima temporada. Lo curioso es que prometen dinero a espuertas cuando la realidad es que apenas hay un duro. Al menos hasta ahora. Y me imagino que seguirá sin haber, porque el interés de las televisiones por hacerse con los derechos es prácticamente nulo. ¿De dónde va a salir entonces el dinero? En España, donde está el baloncesto más poderoso de Europa, la Euroliga se da en cerrado; la Liga, también, a partir de la próxima temporada. Ahora sólo se ofrece un solo partido en abierto ante la falta de ofertas.

El resultado no está siendo satisfactorio. Las audiencias de la Euroliga en cerrado se quedan en 25.000 telespectadores; en la ACB, en 10.000. Se da así el caso curioso de partidos que los ven más espectadores en la cancha que por televisión en toda España. Y más curioso aún: los partidos del Valencia en la Eurocopa multiplican por cinco las audiencias del Madrid, el Barcelona, el Baskonia y el Unicaja en la Euroliga por el hecho de que los da Teledeporte en abierto. ¿De qué está hablando, por tanto, la Euroliga cuando sus partidos, al menos en España, son clandestinos? Una competición de la FIBA en abierto será siempre más rentable. A veces, ser cabeza de ratón sale mejor que ser cola de león. Que se lo pregunten al Valencia, y lo bien que le va.