Aún sobran muchas carencias

El Granada se encontró un punto en La Rosaleda con dos cabezazos de El Arabi y Rochina en dos centros laterales mal defendidos. Tiene mucho trabajo aún por hacer José Ramón Sandoval. Su equipo deja ver demasiado sus costuras y se muestra tremendamente frágil en defensa en cuanto se estira sobre el campo. El equipo nazarí estuvo 83 minutos out en los que sólo encontró la confirmación de que Peñaranda es una muy buena noticia de presente y de futuro para este Granada. El Málaga acabó exhausto (jugó 40’ con diez), se quedó sin presencia ofensiva cuando Amrabat abandonó el césped y vuelve a recibir un duro golpe en su autoestima.

Más allá del subidón final que deja el empate en el bando rojiblanco y del agrio sabor que tiene el punto para el Málaga, el partido arroja conclusiones muy claras en ambos bandos: no será fácil salvar la temporada para Málaga y Granada si no corrigen sus carencias. En el caso blanquiazul, además, se antoja vital e imprescindible recuperar la normalidad institucional. Vicente Casado fue despedido anoche, el club queda descabezado y sumido en la más absoluta indefinición. Así tienen el jeque Al-Thani y su hijo Nasser al Málaga.