Sustituir a Tiago es el gran desafío del Atlético

La tarde del sábado no sólo crujió la tibia de Tiago, también lo hicieron los corazones rojiblancos, y la cabeza de Simeone. Ahora debe exprimirse. Buscar una solución. Con la lesión del portugués, el Atlético pierde el timón, la prolongación del Cholo sobre el campo. Ese tipo de futbolista que, a lo Busquets para el Barça, entiende en todo momento lo que requiere su equipo. Su labor de hermano mayor le hace no perder nunca la compostura y, sea cual sea el resultado, siempre tiene la respuesta adecuada. Ante el Espanyol, de nuevo Oblak dejó sus guantes sin estrenar y, a este ritmo, se va a dejar muchos pares intactos porque, a pesar de que aparecieron en escena los locos bajitos, ese cuarteto de violín, Vietto, Griezmann, Koke y Óliver, el Atlético de nuevo demostró su fiabilidad.

Más toque y elaboración, pero tras una pérdida, todos a currar. El colectivo camufla un mal día a nivel individual. O la baja de un jugador importante, como la de Tiago, un desafío para el Atlético. El que faltará es importantísimo. Como sustituto se postula Saúl, un futbolista completísimo, con un gran corazón para realizar un constante esfuerzo físico, con una de esas zancadas con las que se abarca mucho campo, con una buena distribución de la pelota y un extraordinario remate de cabeza, con llegadas por sorpresa. Todos estos mimbres le convierten en uno de esos jugadores que pueden marcar una época. Con esas virtudes puede jugar, como lo hizo en el Rayo, de central en algún partido, o de interior para aprovechar sus llegadas con centros laterales, o por delante de la defensa, como hace en la Sub-21.

Esto demuestra su gran polivalencia, aunque a mí me falta que se defina ya; en cada posición las responsabilidades son diferentes y, al final, por su juventud, cae en el error. Tener de consejero al hermano mayor, Tiago, es una tranquilidad. Como también lo es que a tu lado juegue Gabi, in situ, pero al final el paso quien debe darlo es el propio futbolista y, la desgracia del portugués le ha dado esta oportunidad a Saúl. Su momento en el equipo rojiblanco ya ha llegado. Y es éste.