Bale rompe la melancolía

La visión matemática de este Madrid de Benítez en el mes de noviembre sería una suma de lesiones, una resta de fútbol, una multiplicación de dudas y una división de opiniones. Seguro que después de la derrota en el Pizjuán y el chorreo del Clásico, lo más importante era sumar los tres puntos, pero la estadística no esconde la melancolía de este equipo en Ipurua, donde el centro del campo no manda, James no se encuentra, Cristiano tiene poca puntería y hay que esperar algún chispazo para cambiar peligrosas inercias. Este llegó de una buena jugada de estrategia, habrá que ponerla en el haber del técnico, que interpretaron Modric y, sobre todo, Bale a la perfección, con un cabezazo de alto valor psicológico.

El Madrid, sin brillo, se agarró al gol del galés, para reencontrarse con la victoria. Ahora que el técnico fomenta la autogestión en ataque y que Cristiano tiene menos puntería, la participación del galés se antoja determinante.