La fotocopia y los 200 millones

Otra vez el Arsenal. Bueno, era de esperar. Al fin y al cabo, siempre acaban siendo los mismos rivales cuando llegan los cruces en la Champions. No será sencillo para el Barça, que se medirá a un equipo que pretende ser una fotocopia de los culés sobre el terreno de juego, aunque le es imposible obtener los mismos resultados. Hacía tiempo que no se cruzaban por ausencia en la competición de los londinenses (se midieron en la final de 2006 en París y en los cursos 2009-10 y 2010-11). Los culés rendirán cuentas sobre el terreno de juego ante uno de sus mayores suministradores de fichajes cuyos pagos, tranquilamente, podrían haber financiado parte de la construcción de Emirates (cerca de 200 millones en operaciones). Desde Overmars a Vermaelen, pasando por Petit, Van Bronkhorst, Henry, Fàbregas, Hleb y Song dejaron la isla para instalarse en el Meditarráneo con un rendimiento bastante más que dudoso en muchos casos. Tití espabiló al alzar la Champions de Roma y lograr un doblete en el 2-6; el central belga, con oportunidades y continuidad, cumplirá y podría hacerse con un puesto en el equipo titular.

Años atrás el morbo de ese cruce se centraba en el regreso de Cesc al Camp Nou, aunque ahora ese protagonismo recaerá en Alexis Sánchez, cada vez más importante para los gunners. Héctor Bellerín, descontará los días para jugar el partido. Es otro valor de La Masía de los que se enamoró Wenger y que trincó sin piedad del vivero del Barça. Será bonito, también, ver cómo Suárez trata de imponer su instinto goleador en un estadio que fue repudiado por los supporters del Arsenal cuando el uruguayo era la bandera del Liverpool. El año pasado lo vacilaron en Manchester y Luis se salió con la suya. Hay muchos condicionantes, muchas historias y unen a las dos entidades que hacen que el cruce sea realmente apasionante.