Iniesta dio otro paso al frente

Rijkaard, con el interés de perfeccionar su sistema y de explotar la mejor de las virtudes de Iniesta, nunca dudó de la ubicación en la que el canterano rendiría de forma más óptima y decidió situarlo como interior derecha, donde alternaba titularidades con suplencias sin rechistar, aunque acabó siendo el futbolista más utilizado por el holandés. Luego, Guardiola, por pura necesidad, tuvo que inventárselo como extremo izquierda. Pese a no ser su posición preferida, Andrés se adaptó como si nada y deslumbró con su fútbol asociativo, explotando la técnica innata que le trajo de Fuentealbilla a Barcelona en 1996.

Ahora, con el cambio de piezas, es el futbolista que mueve al Barça. Ante la salida de Xavi, el rol del canterano volvió a variar. Rakitic y Busquets le hacen de escuderos para que él invente y construya de forma serena para el grupo y divertida y vistosa para el aficionado azulgrana. En su nuevo papel, Iniesta hace mejor a los mejores y buenos a los de la segunda (o tercera línea) de la plantilla. ¡Ah! Y no le pesa el brazalete. Es más, eso ha sido clave en el momento actual. Iniesta dio otro paso al frente.