En Alemania escriben que Kroos no da pie con bola por culpa de Benítez; se dice por aquí que Cristiano no corre por culpa de Benítez; se lee que la alineación indebida de Cheryshev fue por culpa de Benítez; entre otras versiones se ha dicho que James está pasado de peso por culpa de Benítez; y que la pájara ante el Villarreal viene de un calentamiento mal planificado por Benítez; es mal entrenador porque corrige los lanzamientos de falta; es pesado porque hace trabajar mucho a los jugadores... También se le critica por no ser un adonis y por expresarse con poca habilidad ante la Prensa. En breve la desautorización para remodelar el Bernabéu y la muerte de Manolete se cargarán sobre la figura desprotegida de Benítez. ¿A quién le interesa?

A Benítez se le puede reprochar que su estilo no enamora. Y que no engancha en la dinámica del madridismo. Sin embargo, enmascarar a jugadores pasotas bajo el pretexto de Benítez es un recurso facilón. Y si la pretemporada resultó un desastre no fue por planificarla Benítez, sino alguien más arriba. Y si el Madrid no ha fichado un goleador en varios años y el Barça sí ha comprado a Neymar y Luis Suárez, habrá que preguntarle al director deportivo (Florentino). Y si se hace el ridículo en Cádiz habría que mirar quién se duerme en los despachos del Bernabéu. Y así, tantas cosas. Benítez no da con la tecla, merece muchas críticas, pero cabe considerar que ¡sólo! lleva cuatro meses al mando y en esta crisis hay muchos (en el campo y en los despachos) que escurren el bulto.