Fichaje estrella. El presidente de LaLiga, Javier Tebas, se ha apuntado un gran tanto con el fichaje de Raúl. Infantino, secretario general de la UEFA y aspirante a la presidencia de la FIFA, y Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, también aspiraban a reclutar al exmadridista. Infantino pensó en Raúl como uno de los asesores premium de la nueva FIFA. Florentino le quiso para el Madrid. Pero Tebas se impuso con decisión y acierto.

Llamada inútil. El fichaje de Raúl, pilló con la guardia baja tanto a Florentino como a Infantino, que reaccionaron tarde. El presidente del Real Madrid ordenó a su director general, José Ángel Sánchez, que llamase a Raúl para comprobar si lo de LaLiga tenía marcha atrás. La respuesta de Raúl a Sánchez fue que su compromiso con Tebas estaba cerrado y era firme. Que se iba a quedar en Nueva York para promocionar el fútbol español en Estados Unidos y que no iba a fichar de nada por el Madrid.

Proyecto global. El fichaje de Raúl, que se cerró durante el torneo LaLiga Promises, en Miami, estaba en la cabeza de Tebas desde hace meses. Pero el presidente lo llevó con discreción. Apenas sus más allegados conocían su intención. Entre ellos el director general de desarrollo estratégico de la organización, Ignacio Martínez Trujillo, quien ya ha preparado un proyecto global para el desarrollo de LaLiga en Estados Unidos durante los tres años que Raúl se ha comprometido con Tebas. El primer objetivo de Raúl en Nueva York será conseguir un acuerdo de colaboración entre LaLiga y la Major Soccer League. Su primer objetivo, organizar una Supercopa de España en EE UU.

Figo, clavo ardiendo. Lo que probó Florentino con José Ángel Sánchez lo intentó Infantino con Luis Figo, íntimo amigo de Raúl y colaborador fijo de UEFA y FIFA. La respuesta de Raúl al portugués fue la misma que le dio al director general, un no rotundo. Además incluyó otro argumento. Raúl quiere que sus hijos pasen algunos años más en Estados Unidos.

La FEF, interina. Mientras LaLiga progresa en sus proyectos, la Federación no avanza porque Villar, a expensas de ver qué pasa en la UEFA, no termina de convocar elecciones. No revelará su estrategia hasta ver si Platini e Infantino le dejan vía libre en Europa.