El jueves hará un año que Juan Cruz escribió en este periódico una columna en la que indagaba sobre la crisis del Barcelona, profundísima en apariencia (derrota en Anoeta y oportunidad perdida para asaltar el liderato del Madrid, que antes había caído en Mestalla). Ya en el título del artículo, Juan Cruz se preguntaba por el origen del problema al tiempo que parafraseaba a Vargas Llosa: “¿En qué momento se jodió el Perú, Zabalita?”. Cinco meses después el Barça ganó sucesivamente Liga, Copa y Champions.

Nada más lejos de mi intención que dejar en evidencia al maestro Cruz, al contrario. Empiezo a pensar que su artículo fue la contra invocación de un culé experto, un texto de superstición retroactiva: si algo le gusta al fútbol es llevarnos la contraria.

Si yo fuera un madridista veterano y supersticioso aprovecharía esta columna para anunciar el desastre por venir: poco arregla cambiar de caballo en mitad de la carrera, poco ha demostrado Zidane y poco se puede esperar de un presidente tan inestable. ¿En qué momento se jodió el Perú, Zabalita?

Sin embargo, me falta dominio del balón y del destino. Por un lado pienso que Guardiola surgió de la nada y lo logró todo o que Cruyff revolucionó el Barça desde su prestigio e influencia... Por otra parte recuerdo el fracaso de Maradona o Van Basten. Sólo sé que Benítez miraba el talento con desconfianza y que Zidane lo observará con naturalidad. El resto lo dirá el Perú.