Cristiano lo merecía este año

Tantas veces denostado por sus aspavientos hay que ser justos y reconocer que Cristiano Ronaldo fue todo un caballero en la Gala del Balón de Oro, ayer en Zúrich. Para empezar, Cris acudió aún con la sospecha de que el ganador iba a ser su gran rival, Messi. Ahí ya dio Cristiano su primera lección de educación. La que echamos de menos en Luis Enrique, sin ir más lejos. Cristiano no sólo felicitó a Leo por su quinto Balón de Oro, sino que además tuvo buen ánimo y alegría durante toda la velada y estuvo cariñoso con el hijo de Messi y cortés con su mujer. Y todo en el año en el que más estaba en su derecho de reivindicar el premio a base de goles. Porque Cristiano marcó más en 2015 que Messi o Neymar. Sólo le penalizó la falta de títulos del Real Madrid.

Es curioso que Luis Enrique reniegue del Balón de Oro porque dice que es un premio individual y que se lo den a Messi por los títulos del Barça y no a Cristiano por sus 48 goles en Liga, por superar a Raúl como máximo goleador histórico del Madrid, por ganar su cuarta Bota de Oro como mejor goleador continental o por sus diez goles en la pasada Champions, el único registro individual en el que Messi y Neymar consiguieron empatarle. Pero, eso sí, Messi y Neymar, el Barça, ganaron cinco títulos y el Madrid ninguno en el año natural. Me pregunto si, precisamente ayer, no tenía razón Cristiano para estar enfadado. Sin dudar de Messi, me lo pregunto por la teoría Luis Enrique, esa según la cual el Balón de Oro es un premio individual y no colectivo.