Cristiano debió ser expulsado

Cuando a un árbitro del nivel mundialista de Undiano Mallenco le toca un partido fácil, ya de entrada y en su interior, sucede normalmente que el propio colegiado se hace blando a la hora de cargar las tintas al aplicar el reglamento. Y su forma de llevar el partido cambia. Esto provoca que vengan los errores que a la postre deslucen la actuación de un árbitro. La de Undiano no afectó, ayer, al resultado final.

Hubo dos jugadas en las que se equivocó o no tuvo suerte. La primera fue en el minuto 37. Halilovic penetró en el área y Varane se tiró al cruce para despejar el balón. Pero no lo consiguió tocar y sí derribó con el muslo al jugador del Sporting, aunque finalmente rebañara el central francés la pelota. El colegiado navarro debió señalar ese penalti.

La otra jugada conflictiva se dio en el minuto 51 cuando dejándose llevar por el partido ya solucionado, Undiano Mallenco se inhibió, o no consideró de importancia, una acción en la que Cristiano dio una parada a un contrario. Lo hizo el portugués con Nacho Cases. A mi entender, Cristiano debió ver la cartulina roja. El reglamento es claro cuando dice que un jugador debe ser expulsado por dar o intentar dar una patada al contrario sin estar el balón en juego. Aún con todo, debió de haber visto el portugués, al menos, la tarjeta amarilla, de la cual también se libró.

Por otro lado, habría que decir que no hubo fuera de juego en el minuto 8 en el pase de Benzema a Cristiano, que estaba en posición correcta cuando marcó el 2-0. En el minuto 17 tampoco hubo fuera de juego de Cristiano, aunque sí lo había de Benzema, cuando Carvajal dio el pase para el 4-0.

Resumiendo, el arbitraje de Undiano Mallenco pasó totalmente inadvertido para el respetable. La primera parte fue muy fácil de dirigir y en la segunda, el juego se endureció un poco, pero el marcador ya estaba totalmente decantado y los errores no influyeron en el resultado final.