Son sólo rumores, pero agitan el ambiente. Que James se está dejando ganar por la fiesta, que no puede con la depresión post-Benítez y que Zidane está perdiendo la paciencia. Cada palabra sobre el ídolo, que hace un año era el mimado en el equipo de Ancelotti, genera la misma pasión en Colombia que cada uno de sus goles en el Mundial. James es un miembro más de la familia (eso creen los colombianos), por eso las noticias que llegan de España invaden los medios. El Tiempo llamó “drama” al presente del 10. Con un “Ay qué dolor”, el diario El País de Cali lamentó su destino en el banquillo y El Colombiano cuestionó su falta de compromiso: “James, un mundo de excesos y lujos que no tolera Zidane”. Implacable fue el periodista de Caracol Radio, Iván Mejía, quien afirmó que “perdió la humildad”. Los fanáticos están divididos, pero en medio de la turbulencia aparece una oportunidad. Con Bale fuera, Zidane podría usar a James en un 4-4-2. Ahí sólo dependerá de él.