El Valencia acaba líder invicto la primera vuelta de la Liga de baloncesto, después de 17 jornadas. Líder a estas alturas ya lo había sido alguna que otra vez; lo de invicto son palabras mayores. Que se recuerde en los últimos tiempos del baloncesto ACB, sólo lo fue el Madrid hace dos años. Ni el Barcelona campeón de todo con Bodiroga, Navarro y Jasikevicius, ni el súper Baskonia de Calderón, Nocioni, Splitter y Scola consiguieron tal cosa. O sea, que el Valencia tiene mucho mérito y no ha de tener el menor rubor en considerarse candidato a ganar la Copa. Se puede decir que es el único de los ocho equipos al que el sorteo de hoy le da igual. Ya les ha ganado a todos. Al Madrid, al Barcelona y al Bilbao, en sus propias canchas.

El Bilbao, por cierto, se ha metido en la Copa jugando con los descartes que otros equipos no quieren. Sólo habrá estado ausente dos veces en los últimos siete años, desde que el Madrid o el Barcelona la ganan ininterrumpidamente. Como el Gran Canaria, otro animador del torneo. Valencia y Baskonia no faltaron más que un año. Fuenlabrada vuelve, igual que en 2012, y el Obradoiro juega como equipo anfitrión, lo que deja fuera al Unicaja, octavo clasificado en la Liga, quien presenta idéntico balance que el Madrid, el Barcelona y el Baskonia en la Euroliga, competición que deja fuera al Valencia por considerarle equipo inferior. Cuando se aplican criterios subjetivos y no deportivos pasan estas cosas. Entonces nadie entiende nada.