Excelente momento de forma el que atraviesa Karim Benzema. El delantero francés completó una actuación más que brillante en el día de ayer en Sevilla. Es el pegamento que suele unir la línea de centrocampistas con el ataque en el equipo, su movilidad es constante por cualquier zona del campo, se suma al juego combinativo y le da sentido a cada balón que pasa por sus pies. Además, ya aparece en todos los partidos, cuesta recordar aquella irregularidad que se le achacaba en el pasado, se le nota enchufado, implicado y con ganas de marcar diferencias. Junto con Modric, ayer llevó el peso del juego ofensivo y únicamente la falta de acierto hizo que el Real Madrid no se llevara el premio de la victoria del Benito Villamarín.

Ambos, cuando son protagonistas, poseen la extraordinaria virtud de hacer mejores a sus compañeros, aportando soluciones en cualquier situación de dificultad y encontrando pases donde nadie más es capaz de hacerlo. Cierto es que la Liga se pone muy cuesta arriba, sobre todo si el Barça es capaz de ganar su partido pendiente contra el Sporting de Gijón, pero a pesar de eso las sensaciones del equipo son buenas. Domina, juega, vive en campo rival, crea ocasiones y se sacrifica. Soy optimista para lo que queda si se sigue por este camino.