Herederos de aquellos Pavones...

En París vimos la única versión seductora del tortuoso y tedioso Madrid de Benítez. Las bajas de Bale, Benzema, James y Modric (el croata estaba en el banquillo) propiciaron un once lleno de aventureros con hambre e ilusiones intactas: Casemiro (24 años), Lucas Vázquez (24) y Jesé (22). Ese trío irreverente silenció el Parque de los Príncipes hasta conseguir que los Verratti, Motta, Matuidi, Di María, Ibra y compañía tuvieran una tarde nefasta. Faltó el gol (Cristiano y Jesé lo rondaron en varias ocasiones), pero el Madrid mandó en el campo y los canteranos se hicieron notar con su personalidad. Jesé puso de los nervios a Thiago Silva (incluido en el once FIFA del año) y Marquinhos, Lucas Vázquez a Maxwell, Casemiro fue un muro por el que no se filtraba ninguno de los diamantes mediáticos del PSG... Los canteranos del Madrid son osados y atrevidos por naturaleza. No fallaron.

Por eso, sería bueno que Zidane empezase a mirar por el retrovisor de su banquillo. Es lógico que en sus tres primeros partidos haya apostado por su once de gala (a excepción de la inexplicable titularidad de Danilo en Sevilla), pero va siendo hora de recuperar a estos chavales que llevan el ADN blanco tatuado en sus botas. El Bernabéu siempre tuvo un cariño especial por los canteranos. El propio Zinedine creció al llegar con el eslogan ‘Zidanes y Pavones’. Y viene de estar año y medio en el banquillo del Castilla. El marsellés sabrá cómo manejar a los elegidos para derribar la puerta...