La enésima final en el balonmano

Lo dijo Entrerríos en vísperas de viajar a Polonia: “Vamos a disputar cada partido como una final”. Tenía razón. El partido del miércoles contra Rusia, que podía haber sido de trámite, acabó convertido en una auténtica final después de la derrota de Dinamarca ante Alemania. Había que ganar, y se ganó. De lo contrario, adiós a la lucha por las medallas. Como también hay que ganar hoy. La victoria es el único resultado que garantiza la medalla y quién sabe si algo más. Hora sería, porque nuestra Selección nunca ha sido campeona de Europa. Del mundo, sí. Pero en el balonmano tanto da un título como otro, dado que es en el continente europeo donde se encuentran los mejores equipos. Prueba de ello lo estamos viendo en este Europeo.

Quedan Alemania, Noruega, Croacia y España. Quedaron eliminadas en la última jornada de la liguilla Francia y Dinamarca, cuyas selecciones son de lo mejorcito que hay. De las cuatro que quedan, tres no desmerecen, pues Alemania suma diecisiete medallas entre Juegos, Mundiales y Europeos, Croacia doce y España once. Noruega, en cambio, aún tiene por estrenar su medallero masculino. No así en el femenino, cuya selección es de lo mejorcito que se pueda encontrar. La presencia de los noruegos en estas semifinales no hace sino aumentar el potencial de Europa dentro del balonmano. Y nuestra Selección vuelve a estar ahí. Entre las mejores. Todavía lo puede hacer superior. Ganando hoy otra final. La enésima.