El Atlético deja el campo libre al Barça

El Barça se va, después de ganar ‘el otro Clásico’ en una tarde en la que el protagonista fue, en realidad, el Atlético, que hizo lo mejor y lo peor. Lo mejor, su arranque en ambas partes, metiendo en apuros al Barça, con premio de Koke en la primera parte (el 0-1) y susto mayúsculo al barcelonismo en la segunda, en un remate de Griezmann que Bravo evitó milagrosamente, ‘a lo Casillas’, que se convirtiera en el 2-2. Y lo peor, porque se replegó en exceso tras el 0-1 y, aún más, porque Filipe Luis y Godín se ganaron a ley sendas expulsiones, que malbarataron las posibilidades de su equipo.

El Barça navegó todo el partido a un ritmo monocorde. Cuando el Atlético le apretó, estuvo por debajo. Cuando aflojó, pudo sacar la cabeza. Marcó dos goles estupendos, fruto de la calidad que tiene arriba, pero se le ve cansado. Está en la fase del bajón de la temporada y eso hace más valiosos estos puntos que va sacando con apuros, así como hace más valiosa su progresión en la Copa. Ayer ni siquiera pudo cerrar el partido durante tantos minutos de once contra nueve, incluso tragó saliva en el 88’ en una falta sobre su área a cuyo remate acudió Oblak. Pero ganó y se instala ya muy cómodo en cabeza.

Desde el punto de vista Atlético, el partido consagró a Carrasco, enorme en su juego en un escenario tan grande y en una condición tan extrema. El Atlético peleaba por la Liga, prácticamente al todo o nada. Por contra, mancharon su imagen Filipe Luis y Godín, que han hecho tanto bueno que se les podrá perdonar. Pero la flagrante patada de Filipe Luis a Messi en la rodilla y la loca entrada de Godín (ya con amarilla) a Luis Suárez fueron acciones gratuitas, valentonadas sin sentido, en zonas sin peligro. No podían acabar más que como acabaron: con sendas expulsiones y dando gran ventaja al Barça.